El F.C.Barcelona ha vencido al Real Madrid en el Santiago Bernabeu. Y digo vencer y no ganar porque han vencido, han sido superiores como lo vienen siendo desde hace ya unos años.
La situación de la tabla y las estadísticas del Madrid lo situaban como claro favorito en todas las casas de apuestas. Había confianza en el madridismo y la sensación de que era ahora o nunca, que nunca habia estado tan cerca de este Barça. Pues bien, sigue estando por debajo del Barça.
El partido empezaba perfecto para el Madrid: confianza, ganas y error de Valdés que se convierte en gol en el segundo 22 de partido. Genial, la cosa se ponía maravillosa para los de Mourinho.
Pero el Barça no se alteró y buscó seguir el partido como si fueran cero a cero, controlando el balón, jugando y esperando básicamente el desgaste físico del Madrid. Un Madrid que ha sido peligroso y ha creado ocasiones claras para aumentar su ventaja pero como casi siempre, ha fallado ante la portería.
El partido en ese momento de dominio blanco lo ha desequilibrado el "enorme" Leo Messi, entrando por donde siempre sorprende, haciendo una jugada magistral y encontrando a un Alexis que ha pegado al balón sabiendo que entraba, con decisión. Imparable.
En este momento el Madrid ha quedado algo desorientado pero mantenía el tipo en cada jugada que creaba. Hasta que ha llegado ese disparo de Xavi Hernández que tocado por la suerte impactaba en el pie de Marcelo e iba directo al palo contrario a la posición de Iker Casillas. Un gol con suerte casi como el primero del Real Madrid, pero que en esta ocasión ha decidido el porvenir del partido.
El Madrid se ha hundido anímicamente y eso le ha llevado a hundirse también fisícamente. Ha entrado Kaka y depués Higuaín junto con Khedira, cambios necesarios para renovar el equipo pero que han resultado inútiles ante un Barça que ha mantenido la cabeza fría y ha buscado el tercer gol.
Y lo ha encontrado en una jugada iniciada de nuevo por Messi entrando por en medio, abriendo hacia Álves que finalmente ha centrado con enorme acierto hacia Cesc, que se ha encargado de sentenciar el partido.
A partir de ahí, el Barcelona era el dueño del partido, cometiendo errores en algunos momentos. Errores que no eran aprovechados nunca por los blancos.
Cada vez que el balón llegaba a los madridistas iban en intentos desesperados y sin sentido hacia la portería culé. Y digo sin sentido porque cada pase que realizaban era porque el jugador que llevaba el balón ya no sabía que hacer. No eran pases buscando al compañero para hacer jugada, que esto es lo que ha hecho el Barça todo el partido, eran pases para librarse del balón.
Al fin y al cabo, el Madrid se ha aferrado a lo único que tenía; el coraje. Y por lo menos los de Mourinho han jugado como hay que jugar al Barça, plantandoles cara. Lo más positivo que saco del partido es que, a pesar de los lógicos enfrentamientos por la presión del partido, la violencia y el árbitro se queda en un segundo plano en el día de hoy.
Enhorabuena para el F.C.Barcelona y que siga el espectáculo de fútbol, que hoy lo han dado los culés una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario