jueves, 18 de agosto de 2011

FUERA SINVERGÜENZA

José Mourinho no tiene vergüenza. Y yo me avergüenzo de que sea el entrenador del Real Madrid. Soy madridista desde que nací en el año 1994. Y desde que tengo usó de razón me han inculcado valores de libertad, justicia, paz y bondad, al igual que la pasión por el fútbol y por el Real Madrid.

El Real Madrid siempre será mi equipo de fútbol, mi pasión y mi alegría. Siempre me han enseñado y yo he podido comprobar, el señorío y los valores del Real Madrid. Y lo he admirado, estos valores son lo que hace que ame a este equipo. Porque como dice el himno: "enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano." Eso es para mi y para muchos madridistas el Real Madrid.

Los clásicos entre el Real Madrid y el FC Barcelona son desde siempre trepidantes, apasionantes y dignos de ver por la calidad futbolística de ambos equipos. Desde siempre entendí que esos partidos no eran como el resto. Mi familia decoraba el salón para la ocasión, el dia del partido todos estaban más callados, mi padre entraba a su despacho(un santuario blanco) y leía libros antiguos sobre las gestas merengues. Todo era distinto. Clásico tras clásico lo fui entendiendo. Eso no era un partido era una batalla futbolística por lograr mucho más que tres puntos, era por lograr honor, orgullo y un golpe encima de la mesa del campeonato. Perdieramos o ganaramos eran partidos preciosos que hacían que no pudiera pensar en otra cosa que en ganarles, que soñara con el momento de verles salir al campo. Que buenos tiempos aquellos.

En el maratón de clásicos de la temporada pasada hubo juego sucio por parte de ambos. El Madrid abrazo la agresividad como nunca en su historia lo había echo y el Barcelona se refugiaba en fingir entradas y agresiones. Esto hizo que cuando acabaron los clásicos, ya no tuviera ganas de un solo clásico más, esa magia por el choque se habia perdido.

Pero la carne es débil, y la falta de competicion durante el verano hicieron que empezara a contar los días para la llegada de la Supercopa de España. Confiaba en mi equipo más que nunca y sabía que por primera vez desde hacía mucho podíamos vencer al Barcelona en cuanto a fútbol.

Y siendo sincera así fue, en el partido de ida del Bernabeu vi un Real Madrid poderoso, dominante y peligroso en cada ataque. Vi un Barcelona asustado y pillado por sorpresa. Pero el Barça es mucho Barça y es un grande entre grandes, tiene la tremenda cualidad de que si llega al area hara entrar el balón. Por lo tanto así fue. Y el partido me dejo con la sensación de que estaba dificil pero no imposible.

Hice aliniaciones tanto del Barcelona como del Real Madrid para estudiar la mejor forma de atacarles, escuche cientos de gritos de guerra madridistas, hice videos motivadores e incluso abrí el blog por la motivación que sentía.

Cuando el equipo blanco saltó al cespéd tuve el presentimiento de que podría ser una gran noche, una noche de las que pasan a la historia de las grandes gestas madridistas. Pero no así.

El partido empezó como acabo el de ida, con lucha, entrega y buen fútbol por parte de ambos. Pero cuando Messi metió el gol que proclamaba al Barcelona como campeón cuando el Madrid sentía que la prorroga estaba clara, todo el madrisdismo se desmonoró. Y un jugador en concreto no supo perder. Admiro muchísimo a Marcelo y entiendo que se le vayan los nervios ante la impotencia de volver a perder porque yo tambien la sentí. Pero la entrada me pareció brutal y carga de impotencia, totalmente injustificada.

Lo peor y de lo que realmente quiero hablar es de la tangana que se podrujo después. Si el comportamiento de los jugadores me pareció lamentable por parte de ambos equipos, ver por detrás al entrenador del mejor equipo del siglo XX agredir voluntariamente al segundo entrenador del FC Barcelona me pudo. Debo reconocer que en ese momento empecé a llorar, y no por perder. Comencé a llorar porque me sentí engañada y completamente defraudada por al que en el ámbito profesional considero el mejor entrenador del mundo. Ayer José Mourinho se ganó mi odio, y todo el respeto que sentía hacia su persona desapareció al instante. Odio que se haya hecho con el control de mi equipo, el equipo que siempre estuvo lleno de señores con honor. Y es que él poco a poco ha destruido lo que fue construido con respeto y los valores del madrid desde hace ya casi 112 años. Él lo ha destruido en 1. Y yo hoy, dejó de increpar a los arbitros y al Barça para increparle a él: PIDE DISCULPAS O...
FUERA JOSÉ MOURINHO, FUERA DEL BERNABEU, FUERA DEL REAL MADRID.

Una gran noche de gestas madridistas, sin duda.

Un saludo de una autentica madridista.

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